DESARROLLO KINESTESICO
Sentido táctil-kinestésico
Se le llama sentido de la "piel". Un compromiso activo con el medio y con los objetos de él, depende del sentido táctil-kinestésico, el cual está provocado por estímulos mecánicos, térmicos y químicos. Las manos y otras partes del cuerpo pueden accionar, tomar, empujar, frotar y levantar a fin de obtener información. El uso de los músculos kinestésicamente, a través del movimiento o el manipuleo de objetos o materiales, da la más comprensiva y precisa información cuando uno no puede usar el sentido de la visión.
PERCEPCION HAPTICA
La percepción háptica suministra importante información sobre ciertas dimensiones de los objetos como su temperatura, peso, rugosidad, etc., que no pueden percibirse a través de otras modalidades sensoriales. A través del sentido del tacto activo se puede extraer con rapidez y precisión gran cantidad de información sobre los objetos siempre que esta modalidad se pruebe adecuadamente. La posición secundaria que se ha atribuido al tacto se debe precisamente a haber pasado por alto que visión y tacto están especializados en el procesamiento de propiedades diferentes. Mientras la visión está especializada en la aprehensión de sus propiedades estructurales (forma, tamaño) el tacto lo está en la aprehensión de propiedades de la sustancia (dureza, textura). Se distingue entre percepción táctil, kinestésica y háptica, a la vez que se señalan algunas aportaciones de Katz, Rávész y Gibson junto a algunas otras más recientes. Se destaca la importancia de la mano como sistema experto y sobre todo el movimiento propositivo de los dedos cuando realizan ciertos procedimientos exploratorios para captar diferentes propiedades de los objetos. Se defiende la necesidad de realizar más investigación en este campo por la aplicabilidad de sus resultados a la educación y entrenamiento de las personas invidentes y con deficiencias visuales.
DISTINCIONES TERMINOLÓGICAS: PERCEPCIÓN TÁCTIL, KINESTÉSICA Y HÁPTICA
Tradicionalmente se ha diferenciado entre tres modos de procesar la información sobre objetos y patrones realzados aprehendida a través del sentido del tacto. Estos tres modos son: Percepción táctil, kinestésica y háptica.
La percepción táctil hace referencia a la información adquirida exclusivamente a través del sentido cutáneo, cuando el perceptor adopta una postura estática que se mantiene a lo largo de todo el tiempo que dura el procesamiento de la estimulación.
La percepción kinestésica se refiere a la información proporcionada por los músculos y tendones. Ejemplos de este tipo de percepción son aquellos en los que se ha eliminado cualquier información adquirida a través del sentido cutáneo mediante anestesia, o cuando se cubre el dedo o la mano con algún tipo de material que impide que las sensaciones adquiridas a través de la piel sean captadas por el sujeto.
Finalmente, se habla de percepción háptica cuando ambos componentes, el táctil y el kinestésico, se combinan para proporcionar al perceptor información válida acerca de los objetos del mundo. Esta es la forma habitual de percibir los objetos de nuestro entorno cuando utilizamos el sentido del tacto de una manera propositiva, esto es, de forma activa y voluntaria. Limitaremos, por tanto, la definición de percepción háptica a la percepción de la información obtenida exclusivamente a través del uso activo de manos y dedos, excluyendo toda receptividad pasiva de la estimulación suministrada directamente en la mano del perceptor (Gibson, 1966; Katz, 1925; Loomis y Lederman, 1986).
DESARROLLO TACTIL-KINESTESICO EN INVIDENCIA
El niño ciego congénito nace provisto de cuatro sentidos para captar y procesar los estímulos de su entorno, que, si son debidamente estimulados serán una valiosa fuente de información que le permitirá utilizar lo que recibe y transformarlo en ideas y conceptos experimentados por él mismo a través de sus sentidos.
Para lograr aprovechar el máximo potencial de un niño ciego, debemos comprender y aceptar que su desarrollo sensorial, cognitivo y afectivo es único y está referido a su condición de niño carente de vista.
En cuanto a las percepciones tactil-kinestésica, auditiva, olfativa y gustativa, se sabe de la necesidad de desarrollarlas, ya que es a través de estos canales sensoriales que la persona deficiente visual va a conocerse a sí misma y al mundo que la rodea.
Percepción tactil-kinestésica.
El sentido tactil-kinestésico es llamado un sentido "de piel". El uso efectivo de este sentido va a permitir lograr una interacción activa con el medio y con los objetos, que se producirá por estímulos mecánicos, térmicos y químicos.
Cuando no se puede usar el sentido de la vista o cuando ésta se encuentra severamente disminuida, la información obtenida a través del sentido tactil-kinestésico es más completa y confiable. Este sentido está muy presente en las vivencias de los niños deficientes visuales. Es a través de él que puede reconocer, localizar y discriminar su cuerpo y los objetos que tiene cerca.
El niño ciego debe ser expuesto a la mayor cantidad posible de situaciones que estimulen su desarrollo de sensaciones tactil-kinestésicas.
Percepción Auditiva
Para ser un buen oyente no basta tener un aparato auditivo perfecto; es necesario desarrollar el proceso de oír con atención, factor esencial para el desarrollo del lenguaje y para el aprendizaje de la lectoescritura.
Siendo la audición la principal fuente de adquisición del lenguaje y la comunicación, es a través de ella que las personas se relacionan con su medio. Un niño en el inicio de su aprendizaje de la comunicación verbal, comprende un número mayor de palabras de las que usa para expresarse.
El desarrollo de la percepción auditiva comienza con el reconocimiento, localización y discriminación de los sonidos. Cuanto más precoz sea la estimulación sonora, más rápido se desarrollará el proceso auditivo. Inicialmente el niño percibe una confusión de ruidos que poco a poco irán siendo discriminados. Es necesario, principalmente en la etapa preescolar, propiciar actividades que brinden un entrenamiento gradual y ordenado de la percepción auditiva, que está significativamente relacionada con el proceso de la lectoescritura, con la orientación espacial y con el movimiento.
Percepción Olfativa
El olfato representa otro canal a través del cual el niño ciego puede conocer el mundo. Por medio del desarrollo olfativo él será capaz de reconocer el olor de alimentos, remedios, productos de limpieza y muchos otros que facilitarán su desempeño cotidiano y lo harán una persona más eficiente e independiente.
El objetivo de estimular la percepción olfativa es propiciar oportunidades de explorar diferentes olores, identificarlos, discriminarlos y localizarlos. Gracias a esto una persona deficiente visual podrá ubicar con mayor facilidad farmacias, restaurantes, panaderías, así como señales de peligro tales como humo, fuego, etc.; permitiéndole mayor autonomía y seguridad en su desplazamiento.
Percepción Gustativa
La percepción gustativa es de gran importancia en el desarrollo global del niño ciego. Es a través del paladar que él reconoce, discrimina y selecciona alimentos dulces, salados, ácidos, amargos y aprende los nombres de los alimentos.
BIBLIOGRAFIA
http://usuarios.discapnet.es/ojo_oido/los_otros_sentidos.htm
http://www.psicothema.com/psicothema.asp?id=885
http://es.answers.yahoo.com/question/index?qid=20080119080639AAhILDz
martes, 1 de septiembre de 2009
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